Hace mucho tiempo que no hablo de social media en este blog pero hoy quiero comentaros lo que ha pasado con La Gallofa, una empresa de aquí que tiene locales de esos «cuquis» que son panadería a la vez que cafetería. En donde puedes comprar el pan y a la vez tomarte un zumo detox (importante esto del detox que trae cola).
Contenido
Uso incorrecto de influencers – La Gallofa
El caso es que La Gallofa en un alarde de ingenio marketiniano (creo que esto se escribe así) con motivo de la Navidad ha decidido usar influencers (aunque en realidad no lo son pero son más felices creyendo que lo son) para publicitar sus roscones de Navidad y el concurso con los roscones.
En esta caso han usado a 2 blogueras de moda (por mucho lifestyle que vendan no tienen nada que ver) para anunciar el tema de los roscones y el concurso. Para mí ,primer error. No digo que no se usen influencers (bien usados son una buena herramienta de marketing) sino que se usen unos que tengan que ver con tu sector. Si vas a vender tus establecimientos «cuquis y molones» pues entiendo que las uses pero para vender roscones como que no.
Una serie de catastróficas desdichas
Ignorando la mala elección de la influencer ahora viene el quid de la cuestión. Una de las influencers en la foto (foto postureo total) sale con un mini rosco de nata y un zumo detox (os acordáis que os dije que era importante). ¿Que clase de despropósito es eso? Me zampo un rosco con nata y luego para rebajar me tomo un zumo detox. Es como el que va a un restaurante y se pone ciego a comer y luego pide el café con sacarina para no engordar. Y no solo eso. Si quieres vender que esta rico que menos que el rosco con un trozo comido o ella comiendo un trozo (son cosas de marketing gastronómico de las básicas).
Yo al ver esto pues hice un comentario diciendo que evidentemente no pegaba el rosco con el zumo. Podría poner un pantallazo de la imagen pero no quiero dar publicidad gratuita a una persona que no se lo merece.
Y al igual que yo otras personas hacen el comentario del zumo y el rosco (siempre desde el respeto) y ahí es donde viene el lío. Resulta que la persona encargada del Socialmedia de La Gallofa sin avisar se dedica a borrar los comentarios (error de primero de community manager) porque la chica se ha sentido atacada (es lo que pasa cuando expones tu vida pues que hay gente que te critica).
Y ahora es cuando se empieza a montar el lío.
La que has liao pollito
Todo el mundo sabe que los comentarios no hay que borrarlos y si lo vas a borrar por lo menos antes de borrarlos se lo comentas a la persona que ha realizado el comentario y le comentas también porque le borras el comentario.
En este caso yo me considero una persona asidua a La Gallofa. En mis redes sociales he compartido fotos de sus establecimientos, sus cafés, sus desayunos. Soy lo que se diría un prescriptor de la marca.
Así que evidentemente pido explicaciones de por qué se han borrado mis comentarios cuando en ningún momento se ha faltado al respeto a esa señora y ahora es cuando viene el cruce de mensajes con la persona que lleva el socialmedia con respuestas de esas de libro que no solucionan nada.
Y que conste que por ser prescriptor de la marca no me creo más que nadie. Sus establecimientos me gustan y su café me gustaba. Ahora ya no porque han bajado la calidad pero no han bajado el precio.
Solo le quise hacer comprender a la persona que lleva el socialmedia que ha sido una decisión errónea borrar mi comentario sin avisar (que no cuesta nada) y hacerla entender que cuando alguien expone su vida (o vive de exponer su vida como hacen las influencers) tienen que soportar las críticas y los comentarios cuando vienen desde el respeto (como era este caso).
Y lo más gracioso de todo es que ves las redes sociales de esa influencer y fotos en La Gallofa más bien pocas. Eso sin contar que el día de reyes ni una foto del roscón que supuestamente se ha llevado. Estamos hablando de una persona que lo comparte casi todo (total vive de ello) y que otros años si que ha compartido el roscón de reyes. Blanco y en botella.
Conclusión
La mala elección de el influencer la he supuesto a La Gallofa por un lado una mini crisis (por llamarlo de alguna manera) y aparte de eso han perdido un prescriptor que a partir de ahora en vez de hablar bien de la marca hablará mal. Así la próxima vez tratarán mejor a una persona que ama su marca que no a una «pseudoinfluencer» que solo está allí por la foto y se la suda bastante su marca.
Photo by Callie Morgan on Unsplash